Bernard Prass se graduó en Bellas Artes en 1974 por la Universidad de Toulouse, pero tras ejercer varios años profesor adjunto en varias universidades en la década de los 80 decidió dimitir y dedicarse por completo a su vocación artística.
En 1994, inspirado por el pintor renacentista Arcimboldo, que componía rotros humanos a partir de flores, frutas, animales, plantas y casi cualquiercosa, Prass empieza a desarrollar la técnica de la anamorfosis, que consiste en juntar multitud de objetos cotidianos para conseguir la sensación de una imagen, a veces en un lienzo lo que acerca su obra a las dos dimensiones de la pintura, pero sobre todo en instalaciones. Y como ocurre en muchas instalaciones, como las de Tim Noble y Sue Webster, la perspectiva es fundamental.
Dependiendo desde dónde la veamos una misma obra puede ser un montón caótico de objetos desordenados o una figura fácilmente reconocible. La fotografía es, por tanto, muy importante para dejar constancia del arte de Prass.
Discípulo decidido del pop art, Prass basa buena parte de su producción en la reinterpretación de obras anteriores. Como no podía ser de otra manera, tiene un homenaje a Arcimboldo, pero también ha recreado otras obras como la Cabeza de Medusa de Caravaggio, el retrato de Luis XIV de Rigaud, el Ángelus de Millet, el grabado de La gran ola de Hokusai, un autorretrato de van Gogh y su Noche estrellada,
El grito de Munch, el Guernika o la Mujer llorando de Picasso o el retrato pop de Marilyn Monroe de Andy Warhol. Y es que Prass también siente predilección por los retratos, sobre todo de figuras icónicas, siempre desde un punto de vista pop. La imagen elegida para representar a Einstein o a Jack Nicholson en El resplandor son los ejemplos perfectos. Sus retratos engloban a figuras tan diversas pero tan representativas de ese arte pop como son Dalí, Che Guevara, Mao, Clint Eastwood, Bruce Lee, Michael Jackson, Mick Jagger, Drácula, Mickey Mouse, o incluso iconos estadounidenses como el Tío Sam, la Estatua de la Libertad o el Capitán América.
Cualquier objeto tiene cabida en la construcción de sus obras: cables, juguetes, latas, papel higiénico, herramientas, etc. Aparentemente usa lo primero que tiene a mano, tal vez basura, pero si nos fijamos atentamente es habitual que introduzca gran cantidad de objetos relacionados con el tema. El autorretrato de Arcimboldo, por supuesto, se hace con frutas, hortalizas y hojas como si se tratara de una recreación de la pintura al natural.
Pero no es el único caso. En el autorretrato de Dalí hay muchas referencias al pintor surrealista, como un pez que sale de la boca de un tigre, una virgen, un reloj blando, un huevo, etc. En el de Clint Eastwood hay inifinidad de referencias a armas ‒también presentes en el del Che‒. El retrato de Drácula usa gran cantidad de animales disecados, lo que produce una sensación inquietante. Paradójicamente, a veces puede usar el efecto contrario, como construir El grito usando sobre todo juguetes.
La obra de Prass recordará a los más jóvenes a un programa que ponían hace algunos años en Disney Chanel, Art Attack. Una sección del programa se dedicaba al arte gigante o dibujo a lo grande, donde podíamos ver a Neil Buchanan ‒apodado el Manitas‒ y en una versión posterior a Alexeiv Gandman dibujando al estilo de Prass mientras varias cámaras grababan todo el proceso de creación de la obra.
Si te ha gustado el artículo inscribete al feed clicando en la imagen más abajo para tenerte siempre actualizado sobre los nuevos contenidos del blog:
Espero que esta publicación te haya gustado. Si tienes alguna duda, consulta o quieras complementar este post, no dudes en escribir en la zona de comentarios. También puedes visitar Facebook, Twitter, Google +, Linkedin, Instagram, Pinterest y Feedly donde encontrarás información complementaria a este blog. COMPARTE EN!
0 comentarios:
Publicar un comentario
No incluyas enlaces clicables. No escribas los comentarios en mayúsculas. Caso contrario serán borrados. Muchas gracias por la colaboración..