La sequía que afecta a países de Centroamérica, sin precedentes en 40 años, podría generar problemas alimentarios sobre todo para la población vulnerable de Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador, y en menor medida de Costa Rica, país que tomó medidas preventivas.
Una Red de Sistemas de Alerta Temprana Contra la Hambruna (FEWS NET), financiado por la Agencia estadounidense para la Cooperación y el Desarrollo, anticipó que las afectaciones “agravarán la situación de seguridad alimentaria” en los próximos meses.
En agosto, los países centroamericanos registraron una demora de entre cinco y 20 días en el inicio de la temporada lluviosa, lo cual podría causar retrasos y daños en la siembra de postrera. “En Honduras y El Salvador los jornaleros y pequeños productores de café y de granos básicos de subsistencia se clasificarán de agosto a diciembre en seguridad alimentaria en estrés (fase 2)”, indicó un reporte de la Red de Sistemas de Alerta Temprana Contra la Hambruna.
El difícil escenario para Honduras y El Salvador será consecuencia del desempleo en las áreas cafetaleras y de “las limitadas reservas de alimentos y los altos precios en los granos básicos, a consecuencia de las pérdidas de maíz y frijol en las siembras de primera 2014”.
Para el caso de Nicaragua, el monitoreo advirtió una inseguridad alimentaría mínima (Fase 1) por una disponibilidad actual de reservas de granos. Pero los hogares nicaragüenses de agricultores de subsistencia y migrantes laborales verán empeorar su situación de octubre a diciembre.
En Honduras, el retraso y el déficit de lluvias provocaron en las siembras de primera daños totales y parciales, según las zonas de producción, tanto en áreas de autoconsumo como comerciales.
El reporte citó que la Comisión Permanente de Atención de Contingencias de Honduras identificó 97 municipios con daños, con alrededor de 114 mil familias afectadas.
El informe no citó a Guatemala, pero en este país las autoridades declararon desde la semana pasada una emergencia para afrontar la peor sequía en 40 años.
El documento tampoco dio cuenta de la situación en Costa Rica.
Las dificultades de las comunidades vulnerables de los países del área para acceder a alimentos podrían agravarse en los próximos meses, debido a que los pronósticos climatológicos que anticipan 56% de probabilidades de que se presente el fenómeno de “El Niño” entre septiembre y noviembre.
“El Niño” es un patrón climático recurrente que modifica la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del Pacífico tropical.
En periodos que van de tres a siete años, las aguas superficiales de una gran franja del Océano Pacífico tropical se calientan o enfrían entre uno y tres grados centígrados, en comparación con la temperatura normal.
El monto de los daños.
28 millones de dólares es el estimado en pérdidas al 30 de julio pasado, sólo en el sector agropecuario de la región centroamericana.
19 millones de dólares es el monto al que ascienden los daños en el sector agrícola por falta de agua para irrigar sus tierras de cultivo.
3,000 son los productores afectados por la sequía, quienes además padecen los efectos del fenómeno “El Niño”.
236 mil familias en Guatemala padecen los efectos de la falta de alimentos.
El Gobierno de México anunció medidas de apoyo a sus vecinos, entre ellas asistencia técnica en manejo de aguas, tecnología agrícola y salud. Acompañará a los países de Centroamérica con acciones específicas enfocadas en las principales necesidades identificadas por los propios estados afectados.
Una Red de Sistemas de Alerta Temprana Contra la Hambruna (FEWS NET), financiado por la Agencia estadounidense para la Cooperación y el Desarrollo, anticipó que las afectaciones “agravarán la situación de seguridad alimentaria” en los próximos meses.
En agosto, los países centroamericanos registraron una demora de entre cinco y 20 días en el inicio de la temporada lluviosa, lo cual podría causar retrasos y daños en la siembra de postrera. “En Honduras y El Salvador los jornaleros y pequeños productores de café y de granos básicos de subsistencia se clasificarán de agosto a diciembre en seguridad alimentaria en estrés (fase 2)”, indicó un reporte de la Red de Sistemas de Alerta Temprana Contra la Hambruna.
El difícil escenario para Honduras y El Salvador será consecuencia del desempleo en las áreas cafetaleras y de “las limitadas reservas de alimentos y los altos precios en los granos básicos, a consecuencia de las pérdidas de maíz y frijol en las siembras de primera 2014”.
Para el caso de Nicaragua, el monitoreo advirtió una inseguridad alimentaría mínima (Fase 1) por una disponibilidad actual de reservas de granos. Pero los hogares nicaragüenses de agricultores de subsistencia y migrantes laborales verán empeorar su situación de octubre a diciembre.
En Honduras, el retraso y el déficit de lluvias provocaron en las siembras de primera daños totales y parciales, según las zonas de producción, tanto en áreas de autoconsumo como comerciales.
El reporte citó que la Comisión Permanente de Atención de Contingencias de Honduras identificó 97 municipios con daños, con alrededor de 114 mil familias afectadas.
El informe no citó a Guatemala, pero en este país las autoridades declararon desde la semana pasada una emergencia para afrontar la peor sequía en 40 años.
El documento tampoco dio cuenta de la situación en Costa Rica.
Las dificultades de las comunidades vulnerables de los países del área para acceder a alimentos podrían agravarse en los próximos meses, debido a que los pronósticos climatológicos que anticipan 56% de probabilidades de que se presente el fenómeno de “El Niño” entre septiembre y noviembre.
“El Niño” es un patrón climático recurrente que modifica la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del Pacífico tropical.
En periodos que van de tres a siete años, las aguas superficiales de una gran franja del Océano Pacífico tropical se calientan o enfrían entre uno y tres grados centígrados, en comparación con la temperatura normal.
El monto de los daños.
28 millones de dólares es el estimado en pérdidas al 30 de julio pasado, sólo en el sector agropecuario de la región centroamericana.
19 millones de dólares es el monto al que ascienden los daños en el sector agrícola por falta de agua para irrigar sus tierras de cultivo.
3,000 son los productores afectados por la sequía, quienes además padecen los efectos del fenómeno “El Niño”.
236 mil familias en Guatemala padecen los efectos de la falta de alimentos.
El Gobierno de México anunció medidas de apoyo a sus vecinos, entre ellas asistencia técnica en manejo de aguas, tecnología agrícola y salud. Acompañará a los países de Centroamérica con acciones específicas enfocadas en las principales necesidades identificadas por los propios estados afectados.
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