EE.UU. vs. Unión Soviética, capitalismo vs. comunismo, este vs. oeste. Luchas que impulsaron la llamada guerra fría, pero que quedaron relegadas tras los movimientos revolucionarios que hubo en los países que una vez conformaron la cortina de hierro en el este de Europa.
Uno tras otro fueron cayendo los regimenes totalitarios de Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, Rumania y Alemania Oriental.
Pero mientras la mayor parte del mundo recuerda las imágenes de júbilo en la capital alemana, muchos otros lugares del planeta continúan divididos, separados por una construcción que tiene como fin acentuar las diferencias entre dos países o territorios.
Con el objetivo de defender la economía más poderosa del Golfo Pérsico, poseedora de la mayor reserva de petróleo del mundo, el reino saudita fortifica su frontera de 9.000 kilómetros con una de las barreras de seguridad más largas del mundo, a un costo estimado de US$3.000 millones.
El reino comparte con Yemen 1.458 kilómetros, y con Irak más de 800. Además, limita con otros cinco países: Barein, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Kuwait y Jordania.
El proyecto de alta tecnología, llevado a cabo por el consorcio de Defensa y Seguridad EADS y Al Rashid Trading & Contracting Co., contará con barrera física en algunas partes, pero en otras, poco pobladas y en el desierto, habrá una barrera virtual: vigilancia satelital, cámaras, radares, sensores electrónicos, centros de detección costeros y aeronaves de reconocimiento para detectar intrusos y enviar patrullas.
En Arabia Saudita ya existe un cerco defensivo en la frontera con Yemen, construido también por EADS. Consiste de una red de sacos de arena y tuberías rellenas de concreto, con equipos de detección electrónica.
Uno tras otro fueron cayendo los regimenes totalitarios de Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, Rumania y Alemania Oriental.
Pero mientras la mayor parte del mundo recuerda las imágenes de júbilo en la capital alemana, muchos otros lugares del planeta continúan divididos, separados por una construcción que tiene como fin acentuar las diferencias entre dos países o territorios.
Con el objetivo de defender la economía más poderosa del Golfo Pérsico, poseedora de la mayor reserva de petróleo del mundo, el reino saudita fortifica su frontera de 9.000 kilómetros con una de las barreras de seguridad más largas del mundo, a un costo estimado de US$3.000 millones.
El proyecto de alta tecnología, llevado a cabo por el consorcio de Defensa y Seguridad EADS y Al Rashid Trading & Contracting Co., contará con barrera física en algunas partes, pero en otras, poco pobladas y en el desierto, habrá una barrera virtual: vigilancia satelital, cámaras, radares, sensores electrónicos, centros de detección costeros y aeronaves de reconocimiento para detectar intrusos y enviar patrullas.
En Arabia Saudita ya existe un cerco defensivo en la frontera con Yemen, construido también por EADS. Consiste de una red de sacos de arena y tuberías rellenas de concreto, con equipos de detección electrónica.
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