El notable papel del actor devenido en candidato en las elecciones italianas puso en evidencia la crisis de los partidos, la debilidad de la economía y la precariedad laboral.
Cambio de género: ¡De la comedia italiana a la tragedia griega!”. “¡Ahora al Parlamento entran los clowns!” Estos son algunos de los títulos que la prensa alemana e inglesa nos han dedicado a los italianos después de las últimas elecciones. Contra todas las previsiones (las encuestas favorecían a la centroizquierda) y más allá de los números, los verdaderos vencedores fueron el “Movimiento 5 Estrellas” (M5E) –cuyo inspirador es Beppe Grillo, actor cómico muy famoso–, y el PDL, el partido del ex primer ministro más histriónico que la Italia del siglo XX ha conocido: Silvio Berlusconi, que logró permanecer a flote pese a los pronósticos que auguraban una derrota catastrófica.
Se sabe que los “amigos” europeos transalpinos y los de la pérfida Albión, han mirado siempre a los pueblos del Mediterráneo con un cierto aire de superioridad. “Folclorísticamente bárbaros, aunque con un pasado de gran cultura”, nos dicen. Pero... no dejan de señalar que se trata del “pasado”.
Más allá del anecdotario verbal, lo que acaba de suceder en Italia es un hecho histórico por muchos motivos. Es para destacar que el principal vencedor de la elección, Beppe Grillo, siempre se ha negado a concurrir a los programas televisivos y ha evitado hacer publicidad electoral por ese medio, con lo cual ha invertido la certeza según la cual quien gestiona y maneja los medios vence.
La información sobre el M5E estaba, y está, en la web y también se trasmitía en las plazas del más pequeño pueblito entre los cientos que Grillo ha recorrido. Para algún observador, Grillo ha jugado con la vieja táctica de las reglas del mercado, esa entidad que él rechaza. Es decir: a menor oferta más demanda. No fue disponible a los medios.
La realidad es que detrás de esa decisión táctica, existe el rechazo a la lógica que ha prevalecido en los últimos 25 años en las trasmisiones televisivas italianas, o sea: gritar contra el adversario es la regla porque genera más audience . No importa la calidad del programa y, como lo ha profetizado Marshall Mc Luhan, el contenedor (la tv) ha devenido más importante que el contenido (las ideas).
Pero, evidentemente, una buena parte de los italianos se cansó de esa lógica post años 80 y ha decidido volver a llenar las plazas –cuestión que la centroizquierda evitó– y de conocer en la web la realidad del M5E quien pedía antes –y ahora promete–, entre otras cosas, una drástica abolición de los privilegios de la casta política.
Hoy el M5E es el primer partido en muchísimas regiones italianas y es el primer partido en la Cámara de Diputados con el 30 %. Sus votos de apoyo son fundamentales para obtener la mayoría que permita formar gobierno, según el sistema parlamentario italiano.
Nacido hace sólo cinco años, en la web, las cinco estrellas de su símbolo representan las temáticas más esenciales del movimiento: agua como bien público y no privado, movilidad automovilística no contaminante, acceso general a internet, desarrollo planificado y no destructivo y cuidado del medioambiente.
Sus inspiradores fueron Beppe Grillo, el actor genovés que utiliza la sátira social en clave surrealista y Gianroberto Casaleggio, un experto en estrategias de la web y en comunicación.
Uno de los más convencidos sostenedores del M5E es el Premio Nobel de Literatura 1997, Darío Fo.
En la base de esta nueva fuerza política está internet, la red que permite, ellos afirman, una democracia directa. Por ello el M5E ha inventado “Las parlamentarias”, una votación realizada sólo por vía on line para 1.400 ciudadanos que se candidatearon en las listas de todas las circunscripciones italianas como senadores o diputados. Pudieron votar aquellos que hasta el 30 de setiembre se hubiesen inscripto en el Movimiento.
Tal método ha sorprendido e interesado, también, a Michael Slaby, responsable de la comunicación de Obama.
Hablar de Grillo como si fuera un estrafalario demagogo caído de la nada, que desde un escenario arenga a los italianos para que envíen a sus casas a los políticos corruptos, significa no conocer nada de su historia. Ya en los años 80 hacía reír a sus espectadores contando cuestiones de una gran seriedad e importancia. Atacaba la contaminación nuclear y lo hacía con datos objetivos; denunciaba el comercio mafioso de la basura en relación con los círculos políticos, o sobre los votos que se compraban, a los más necesitados, a cambio de “bolsones”, o sobre el hecho de que la FIAT de Turín poseía todas las condiciones para producir un auto eléctrico pero no lo hacía porque los “señores del petróleo” no lo deseaban, o también atacaba a las grandes compañías telefónicas, como Telecom, que realizaban operaciones financieras ilegales haciéndoles pagar de más a los usuarios.
Sus espectáculos hacían referencia a una larga lista de cosas que en Italia no funcionan y que, si no fuera por la profunda capacidad satírica de su autor, muy pocos entenderían o, al menos, para comprenderlas, se “morirían” de aburrimiento. Y fue así que sus chistes constantes, sus continuas actuaciones en plazas públicas –todo registrado en su blog– provocaron que Beppe Grillo haya capturado, mayoritariamente, los votos desilusionados de la centroizquierda y, en menor medida, de sectores de la derecha. Su programa: fuera los políticos procesados del Parlamento, no al financiamiento público a los partidos políticos, uso del agua no privatizada, un seguro mínimo para los desocupados y una drástica reducción de legisladores.
El escritor Alessandro Baricco sostiene: “La izquierda italiana, así como la hemos conocido, está muerta. Los ciudadanos italianos han decidido retomar protagonismo en la vida pública y no delegarla a los gobiernos o a las fuerzas económicas y financieras”.
La “izquierda” italiana, destruida en las urnas, no logra hacer una seria autocrítica. Debería preguntarse cuánto habrá influido su metamorfosis que fue la de un partido con una gran composición de trabajadores a un grupo cerrado que bajo las palabras “reformista” y “progresista” se desplaza en lujosos autos oficiales, ostenta trajes y vestidos de marcas costosas, se “protege” con fornidos guardaespaldas, visita en las fábricas a los empresarios y ni saluda a los trabajadores que duermen en las veredas de esas fábricas desde hace años para que los industriales no las vacíen y las cierren.
Muchos votantes han pensado que no había mucha diferencia entre esa “izquierda” y los “Berlusconi”.
Los italianos estaban perdidos, confundidos ya desde los tiempos del Partido Comunista de Berlinguer y de la Democracia Cristiana de De Gáspari y de la memoria de la reconstrucción posbélica que, si bien no fue limpia, al menos otorgaba una redistribución más equitativa de la riqueza. No es una casualidad que en las páginas italianas de facebook se cite continuamente al presidente del Uruguay, “Pepe” Mujica, como un ejemplo de sobriedad política. Los jóvenes se preguntan: “¿Existe de verdad uno así? ¡Nosotros también queremos uno como él!”.
La bella Italia ahora cruje. La economía regresó a niveles de hace 25 años, la desocupación es altísima, los salarios están congelados desde hace 15 años, la llamada “Revolución de los Jueces”, o “Mani Pulite” de los años 90 –que parecía habernos liberado de los políticos corruptos de la Primera República– simplemente ha dejado espacio a una casta más voraz que la precedente.
En esta península, que parece una bota, a diferencia de la España de los “indignados”, los desconformes asistieron a votar y dieron un golpe en la cabeza a los partidos tradicionales de gobierno.
Pero aún no sabemos muy bien lo que esto significa.
Para citar un filmemuy conocido de Elio Petri, La clase obrera va al Paraíso , en donde actuaba la espléndida Mariangela Melato, recientemente fallecida, diremos que la impresión que tenemos es que los italianos nos pondríamos un poquito menos tristes si, al menos, se pusiera en práctica “el mínimo Paraíso” de la primera parte del famoso discurso de Pericles, del 461 aC.: “Aquí nuestro gobierno favorece a muchos en vez que a pocos y por ello se llama democracia. Aquí, en Atenas, hacemos así.” Ahora los propios griegos sufren tanto olvido.
Cambio de género: ¡De la comedia italiana a la tragedia griega!”. “¡Ahora al Parlamento entran los clowns!” Estos son algunos de los títulos que la prensa alemana e inglesa nos han dedicado a los italianos después de las últimas elecciones. Contra todas las previsiones (las encuestas favorecían a la centroizquierda) y más allá de los números, los verdaderos vencedores fueron el “Movimiento 5 Estrellas” (M5E) –cuyo inspirador es Beppe Grillo, actor cómico muy famoso–, y el PDL, el partido del ex primer ministro más histriónico que la Italia del siglo XX ha conocido: Silvio Berlusconi, que logró permanecer a flote pese a los pronósticos que auguraban una derrota catastrófica.
Se sabe que los “amigos” europeos transalpinos y los de la pérfida Albión, han mirado siempre a los pueblos del Mediterráneo con un cierto aire de superioridad. “Folclorísticamente bárbaros, aunque con un pasado de gran cultura”, nos dicen. Pero... no dejan de señalar que se trata del “pasado”.
Más allá del anecdotario verbal, lo que acaba de suceder en Italia es un hecho histórico por muchos motivos. Es para destacar que el principal vencedor de la elección, Beppe Grillo, siempre se ha negado a concurrir a los programas televisivos y ha evitado hacer publicidad electoral por ese medio, con lo cual ha invertido la certeza según la cual quien gestiona y maneja los medios vence.
La información sobre el M5E estaba, y está, en la web y también se trasmitía en las plazas del más pequeño pueblito entre los cientos que Grillo ha recorrido. Para algún observador, Grillo ha jugado con la vieja táctica de las reglas del mercado, esa entidad que él rechaza. Es decir: a menor oferta más demanda. No fue disponible a los medios.
La realidad es que detrás de esa decisión táctica, existe el rechazo a la lógica que ha prevalecido en los últimos 25 años en las trasmisiones televisivas italianas, o sea: gritar contra el adversario es la regla porque genera más audience . No importa la calidad del programa y, como lo ha profetizado Marshall Mc Luhan, el contenedor (la tv) ha devenido más importante que el contenido (las ideas).
Pero, evidentemente, una buena parte de los italianos se cansó de esa lógica post años 80 y ha decidido volver a llenar las plazas –cuestión que la centroizquierda evitó– y de conocer en la web la realidad del M5E quien pedía antes –y ahora promete–, entre otras cosas, una drástica abolición de los privilegios de la casta política.
Hoy el M5E es el primer partido en muchísimas regiones italianas y es el primer partido en la Cámara de Diputados con el 30 %. Sus votos de apoyo son fundamentales para obtener la mayoría que permita formar gobierno, según el sistema parlamentario italiano.
Sus inspiradores fueron Beppe Grillo, el actor genovés que utiliza la sátira social en clave surrealista y Gianroberto Casaleggio, un experto en estrategias de la web y en comunicación.
Uno de los más convencidos sostenedores del M5E es el Premio Nobel de Literatura 1997, Darío Fo.
En la base de esta nueva fuerza política está internet, la red que permite, ellos afirman, una democracia directa. Por ello el M5E ha inventado “Las parlamentarias”, una votación realizada sólo por vía on line para 1.400 ciudadanos que se candidatearon en las listas de todas las circunscripciones italianas como senadores o diputados. Pudieron votar aquellos que hasta el 30 de setiembre se hubiesen inscripto en el Movimiento.
Tal método ha sorprendido e interesado, también, a Michael Slaby, responsable de la comunicación de Obama.
Hablar de Grillo como si fuera un estrafalario demagogo caído de la nada, que desde un escenario arenga a los italianos para que envíen a sus casas a los políticos corruptos, significa no conocer nada de su historia. Ya en los años 80 hacía reír a sus espectadores contando cuestiones de una gran seriedad e importancia. Atacaba la contaminación nuclear y lo hacía con datos objetivos; denunciaba el comercio mafioso de la basura en relación con los círculos políticos, o sobre los votos que se compraban, a los más necesitados, a cambio de “bolsones”, o sobre el hecho de que la FIAT de Turín poseía todas las condiciones para producir un auto eléctrico pero no lo hacía porque los “señores del petróleo” no lo deseaban, o también atacaba a las grandes compañías telefónicas, como Telecom, que realizaban operaciones financieras ilegales haciéndoles pagar de más a los usuarios.
Sus espectáculos hacían referencia a una larga lista de cosas que en Italia no funcionan y que, si no fuera por la profunda capacidad satírica de su autor, muy pocos entenderían o, al menos, para comprenderlas, se “morirían” de aburrimiento. Y fue así que sus chistes constantes, sus continuas actuaciones en plazas públicas –todo registrado en su blog– provocaron que Beppe Grillo haya capturado, mayoritariamente, los votos desilusionados de la centroizquierda y, en menor medida, de sectores de la derecha. Su programa: fuera los políticos procesados del Parlamento, no al financiamiento público a los partidos políticos, uso del agua no privatizada, un seguro mínimo para los desocupados y una drástica reducción de legisladores.
El escritor Alessandro Baricco sostiene: “La izquierda italiana, así como la hemos conocido, está muerta. Los ciudadanos italianos han decidido retomar protagonismo en la vida pública y no delegarla a los gobiernos o a las fuerzas económicas y financieras”.
La “izquierda” italiana, destruida en las urnas, no logra hacer una seria autocrítica. Debería preguntarse cuánto habrá influido su metamorfosis que fue la de un partido con una gran composición de trabajadores a un grupo cerrado que bajo las palabras “reformista” y “progresista” se desplaza en lujosos autos oficiales, ostenta trajes y vestidos de marcas costosas, se “protege” con fornidos guardaespaldas, visita en las fábricas a los empresarios y ni saluda a los trabajadores que duermen en las veredas de esas fábricas desde hace años para que los industriales no las vacíen y las cierren.
Muchos votantes han pensado que no había mucha diferencia entre esa “izquierda” y los “Berlusconi”.
Los italianos estaban perdidos, confundidos ya desde los tiempos del Partido Comunista de Berlinguer y de la Democracia Cristiana de De Gáspari y de la memoria de la reconstrucción posbélica que, si bien no fue limpia, al menos otorgaba una redistribución más equitativa de la riqueza. No es una casualidad que en las páginas italianas de facebook se cite continuamente al presidente del Uruguay, “Pepe” Mujica, como un ejemplo de sobriedad política. Los jóvenes se preguntan: “¿Existe de verdad uno así? ¡Nosotros también queremos uno como él!”.
La bella Italia ahora cruje. La economía regresó a niveles de hace 25 años, la desocupación es altísima, los salarios están congelados desde hace 15 años, la llamada “Revolución de los Jueces”, o “Mani Pulite” de los años 90 –que parecía habernos liberado de los políticos corruptos de la Primera República– simplemente ha dejado espacio a una casta más voraz que la precedente.
En esta península, que parece una bota, a diferencia de la España de los “indignados”, los desconformes asistieron a votar y dieron un golpe en la cabeza a los partidos tradicionales de gobierno.
Pero aún no sabemos muy bien lo que esto significa.
Para citar un filmemuy conocido de Elio Petri, La clase obrera va al Paraíso , en donde actuaba la espléndida Mariangela Melato, recientemente fallecida, diremos que la impresión que tenemos es que los italianos nos pondríamos un poquito menos tristes si, al menos, se pusiera en práctica “el mínimo Paraíso” de la primera parte del famoso discurso de Pericles, del 461 aC.: “Aquí nuestro gobierno favorece a muchos en vez que a pocos y por ello se llama democracia. Aquí, en Atenas, hacemos así.” Ahora los propios griegos sufren tanto olvido.
Si te ha gustado el artículo inscribete al feed clicando en la imagen más abajo para tenerte siempre actualizado sobre los nuevos contenidos del blog:
Espero que esta publicación te haya gustado. Si tienes alguna duda, consulta o quieras complementar este post, no dudes en escribir en la zona de comentarios. También puedes visitar Facebook, Twitter, Google +, Linkedin, Instagram, Pinterest y Feedly donde encontrarás información complementaria a este blog. COMPARTE EN!
0 comentarios:
Publicar un comentario
No incluyas enlaces clicables. No escribas los comentarios en mayúsculas. Caso contrario serán borrados. Muchas gracias por la colaboración..