Hoy, 6 de agosto, es un día para recordar a las víctimas de las armas nucleares. Se cumplen 65 años del bombardeo nuclear sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, que fue seguido tres días después por el de Nagasaki.
Este día debe servir para recordar el peligro, muy real y presente, que sigue suponiendo el armamento nuclear para la supervivencia del planeta.
Apenas pasadas las ocho de la mañana del 6 de agosto de 1945, en las postrimerías de la II Guerra Mundial, el bombardero militar estadounidense Enola Gay dejaba caer sobre la ciudad de Hiroshima la bomba de uranio “Little Boy”, de cuatro toneladas de peso. La bomba estalló con una fuerza equivalente de 12.500 toneladas de explosivo altamente destructivo. Se estima que murieron más de 140.000 personas. Tres días después, una segunda bomba (esta vez de plutonio) fue arrojada sobre la ciudad de Nagasaki, causando también la destrucción de la ciudad y la muerte de alrededor de 100.000 personas.
Como consecuencia de la detonación sobre Hiroshima, una enorme bola de fuego envolvió la ciudad. Muchas personas se volatilizaron, dejando sus sombras pegadas sobre calles y muros. Las “sombras muerte” son dibujadas cada año por los habitantes de la ciudad como una conmemoración de los que así murieron.
Muchos murieron por el extremo calor. Otros lo hicieron en el corto plazo como consecuencia de alteraciones de salud como síndrome agudo de radiación, diarreas, hematomas, disminución de glóbulos blancos en la sangre, etc. Los supervivientes de estos bombardeos se llaman a sí mismos Hibakusha, y muchos de ellos sufren graves afecciones de salud como leucemia y diversos tipos de tumores, anemia, y trastornos psíquicos.
Como ocurre con numerosos hechos históricos, en estas décadas ha habido diferentes interpretaciones sobre el porqué de estos bombardeos. Con el paso de los años, la mayoría de los historiadores apunta a que no eran necesarios en términos militares para poner fin a la guerra, y a que se utilizaron con fines de experimentación y para demostrar al mundo quién era la nueva potencia mundial una vez acabada la II Guerra Mundial. En este año 2010 es destacable que, por primera vez, un alto funcionario estadounidense (el embajador del país en Japón) asiste a los actos conmemorativos.
Este año ha habido algunas iniciativas relativas al desarme y la no proliferación nuclear, aunque muy insuficientes. Las principales potencias acumulan más de 7.500 armas nucleares operativas y un total superior a 22.000 cabezas. No se trata de una cuestión del pasado sino de un peligro muy real que hay que abordar con seriedad y decisión.
Hiroshima fue proclamada Ciudad de la Paz por el parlamento en 1949, a iniciativa de su alcalde, Shinzo Hamai (1905-1968).
Como resultado, la ciudad de Hiroshima ha recibido más atención internacional como un lugar ideal para la celebración de conferencias internacionales sobre la paz, así como las cuestiones sociales.
Como parte de ese esfuerzo, los intérpretes de Hiroshima crearon la Asociación de Guido (HIGA) en 1992 con el fin de facilitar servicios de traducción para las conferencias, y el Instituto de la Paz de Hiroshima se creó en 1998 dentro de la Universidad de Hiroshima. El gobierno de la ciudad sigue abogando por la abolición de todas las armas nucleares y el alcalde de Hiroshima es el presidente de Alcaldes por la Paz, una organización internacional Mayoral movilización de las ciudades y los ciudadanos de todo el mundo para abolir y eliminar las armas nucleares para el año 2020.
1945 Hiroshima después de la bomba atómica.Historia.
Hiroshima fue fundada en 1589 sobre la costa del mar Interior de Seto por el señor feudal Mōri Terumoto, convirtiéndola en capital después de marcharse del castillo de Koriyama en la provincia de Aki. construyendo rápidamente el Castillo Hiroshima trasladándose Terumoto al mismo en 1593. Terumoto estaba en el bando perdedor en la batalla de Sekigahara. El ganador, Tokugawa Ieyasu, privo de la mayoría de sus feudos, incluido Hiroshima a Mori Terumoto cediendo la provincia de Aki a Fukushima Masanori un daimyō que había apoyado a Tokugawa. El castillo pasó a Asano Nagaakira en 1619 siendo nombrado daimyō de esta zona. Bajo su administración la ciudad prospero, se desarrolló y amplio con pocos conflictos y disturbios. Sus descencientes continuaron gobernando la ciudad hasta la restauración Meiji en el siglo XIX.
Se convirtió en un centro urbano durante la Era Meiji. Adquirió estatuto de ciudad el 1° de abril de 1889.
Este día debe servir para recordar el peligro, muy real y presente, que sigue suponiendo el armamento nuclear para la supervivencia del planeta.
Apenas pasadas las ocho de la mañana del 6 de agosto de 1945, en las postrimerías de la II Guerra Mundial, el bombardero militar estadounidense Enola Gay dejaba caer sobre la ciudad de Hiroshima la bomba de uranio “Little Boy”, de cuatro toneladas de peso. La bomba estalló con una fuerza equivalente de 12.500 toneladas de explosivo altamente destructivo. Se estima que murieron más de 140.000 personas. Tres días después, una segunda bomba (esta vez de plutonio) fue arrojada sobre la ciudad de Nagasaki, causando también la destrucción de la ciudad y la muerte de alrededor de 100.000 personas.
Como consecuencia de la detonación sobre Hiroshima, una enorme bola de fuego envolvió la ciudad. Muchas personas se volatilizaron, dejando sus sombras pegadas sobre calles y muros. Las “sombras muerte” son dibujadas cada año por los habitantes de la ciudad como una conmemoración de los que así murieron.
Muchos murieron por el extremo calor. Otros lo hicieron en el corto plazo como consecuencia de alteraciones de salud como síndrome agudo de radiación, diarreas, hematomas, disminución de glóbulos blancos en la sangre, etc. Los supervivientes de estos bombardeos se llaman a sí mismos Hibakusha, y muchos de ellos sufren graves afecciones de salud como leucemia y diversos tipos de tumores, anemia, y trastornos psíquicos.
Como ocurre con numerosos hechos históricos, en estas décadas ha habido diferentes interpretaciones sobre el porqué de estos bombardeos. Con el paso de los años, la mayoría de los historiadores apunta a que no eran necesarios en términos militares para poner fin a la guerra, y a que se utilizaron con fines de experimentación y para demostrar al mundo quién era la nueva potencia mundial una vez acabada la II Guerra Mundial. En este año 2010 es destacable que, por primera vez, un alto funcionario estadounidense (el embajador del país en Japón) asiste a los actos conmemorativos.
Este año ha habido algunas iniciativas relativas al desarme y la no proliferación nuclear, aunque muy insuficientes. Las principales potencias acumulan más de 7.500 armas nucleares operativas y un total superior a 22.000 cabezas. No se trata de una cuestión del pasado sino de un peligro muy real que hay que abordar con seriedad y decisión.
Hiroshima fue proclamada Ciudad de la Paz por el parlamento en 1949, a iniciativa de su alcalde, Shinzo Hamai (1905-1968).
Como resultado, la ciudad de Hiroshima ha recibido más atención internacional como un lugar ideal para la celebración de conferencias internacionales sobre la paz, así como las cuestiones sociales.
Como parte de ese esfuerzo, los intérpretes de Hiroshima crearon la Asociación de Guido (HIGA) en 1992 con el fin de facilitar servicios de traducción para las conferencias, y el Instituto de la Paz de Hiroshima se creó en 1998 dentro de la Universidad de Hiroshima. El gobierno de la ciudad sigue abogando por la abolición de todas las armas nucleares y el alcalde de Hiroshima es el presidente de Alcaldes por la Paz, una organización internacional Mayoral movilización de las ciudades y los ciudadanos de todo el mundo para abolir y eliminar las armas nucleares para el año 2020.
1945 Hiroshima después de la bomba atómica.
Hiroshima fue fundada en 1589 sobre la costa del mar Interior de Seto por el señor feudal Mōri Terumoto, convirtiéndola en capital después de marcharse del castillo de Koriyama en la provincia de Aki. construyendo rápidamente el Castillo Hiroshima trasladándose Terumoto al mismo en 1593. Terumoto estaba en el bando perdedor en la batalla de Sekigahara. El ganador, Tokugawa Ieyasu, privo de la mayoría de sus feudos, incluido Hiroshima a Mori Terumoto cediendo la provincia de Aki a Fukushima Masanori un daimyō que había apoyado a Tokugawa. El castillo pasó a Asano Nagaakira en 1619 siendo nombrado daimyō de esta zona. Bajo su administración la ciudad prospero, se desarrolló y amplio con pocos conflictos y disturbios. Sus descencientes continuaron gobernando la ciudad hasta la restauración Meiji en el siglo XIX.
Se convirtió en un centro urbano durante la Era Meiji. Adquirió estatuto de ciudad el 1° de abril de 1889.
Espero que esta publicación te haya gustado. Si tienes alguna duda, consulta o quieras complementar este post, no dudes en escribir en la zona de comentarios. También puedes visitar Facebook, Twitter, Google +, Linkedin, Instagram, Pinterest y Feedly donde encontrarás información complementaria a este blog. COMPARTE EN!
0 comentarios:
Publicar un comentario
No incluyas enlaces clicables. No escribas los comentarios en mayúsculas. Caso contrario serán borrados. Muchas gracias por la colaboración..