Para tener una idea de los niveles de contaminación química de estas fuentes de agua consideremos el caso del río Santo Domingo, cuya cuenca alta, ubicada en sectores aledaños a Pueblo Llano, Las Piedras, Santo Domingo y La Mitisús, ha sido estudiada, extensivamente, desde este punto de vista.
En el año 2010 se utilizaron aproximadamente diez millones de kilogramos de agroquímicos, una carga química impresionante.
Una fracción de este arsenal químico penetra en las aguas del río Santo Domingo, según se infiere de análisis realizados durante los últimos diez años.
La mayoría de los ríos del Estado Barinas como el Santo Domingo, Paguey, Canaguá, Socopó, Acequias, Bum Bum, Calderas, Caparo, Ticoporo, Masparro, Boconó, Portuguesa, Guanare Viejo y Suripá, entre otros, nacen en la cordillera de Los Andes - Venezuela y están situados, salvo algunas excepciones, en las cercanías de poblaciones donde se practican actividades agrícolas que utilizan grandes cantidades de fertilizantes químicos y pesticidas, cuyos remanentes son transportados por diferentes mecanismos hasta las vertientes acuáticas.
Para tener una idea de los niveles de contaminación química de estas fuentes de agua consideremos el caso del río Santo Domingo, cuya cuenca alta, ubicada en sectores aledaños a Pueblo Llano, Las Piedras, Santo Domingo y La Mitisús, ha sido estudiada, extensivamente, desde este punto de vista. Según datos recientes, en el año 2010 se utilizaron diez millones de kilogramos de agroquímicos, aproximadamente, una carga química impresionante, que alude a la ponderación de la UNESCO, cuando considera a esa región como una de las más contaminadas de Latinoamérica. Una fracción de este arsenal químico penetra en las aguas del río Santo Domingo, según se infiere de análisis realizados durante los últimos diez años.
Asimismo, las cloacas, los drenajes de hospitales, cementerios, mataderos, basureros, estaciones de gasolina, talleres mecánicos y otros servicios de los pueblos de las cuencas altas y medias de los ríos barineses desaguan sus excrementos en los cauces de agua del piedemonte andino. En el caso del río Santo Domingo, alrededor de cincuenta mil habitantes de la cuenca alta y media vierten sus heces fecales, orina, detergentes y todo tipo de basura en las aguas del río.
Con relación a los demás ríos, no se conocen sus niveles de contaminación porque no hay estudios publicados. Sólo comentarios y conjeturas se rumoran acerca de este grave problema.
Ahora, podemos preguntarnos si existen indicios del impacto de esta contaminación sobre la salud de los habitantes del Estado Barinas, y la respuesta es inquietante, por las evidencias presentadas en las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE) en el lapso 1984-2020 y en los Anuarios de Mortalidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) publicados hasta el año 2008.
Al respecto, utilizando esos datos se analiza a continuación, tanto en Barinas como en Venezuela, la mortalidad originada por diarrea, leucemia, tumores del estomago y malformaciones congénitas y cromosómicas. De acuerdo a las opiniones de expertos, la incidencia de estas enfermedades está relacionada con la calidad del agua de consumo humano.
Considerando la mortalidad infantil por diarrea y gastroenteritis de origen infeccioso, en el año 2008, el porcentaje de niños fallecidos por esta causa en el Estado Barinas fue 7.24% y el promedio nacional alcanzó 3.98%. Esta tendencia, según los anuarios del MPPS, se mantiene en el lapso 2000-2008, observándose que Barinas supera el promedio nacional en mortalidad de niños menores de 1 año por esta enfermedad, lo cual evidencia un nivel significativo de contaminación bacteriológica en las aguas que consumen los barineses.
Análogamente, los anuarios del MPPS muestran que el porcentaje de mortalidad por leucemia en niños y jóvenes con edades comprendidas entre 1 y 24 años en Barinas es mayor que el promedio de toda Venezuela en los años 2000, 2001,2002, 2004,2005, 2006 y 2008. En el año 2008, el promedio nacional de 7.76% fue superado por Barinas que alcanzó 10.68%. Estos datos insinúan, de acuerdo a los criterios de algunos especialistas, que la contaminación química asociada con el consumo de aguas cargadas con trazas de pesticidas y fertilizantes pudiera ser la responsable de esta situación.
Otra patología asociada a los efectos de la contaminación agroquímica es el tumor del estómago cuya mortalidad general en el Estado Barinas supera el promedio nacional desde el año 2000 al 2008. Como ejemplo, en el año 2008, el porcentaje de mortalidad en Barinas por esta causa fue 2.69% y el promedio a escala nacional fue 1.81%.
Con respecto a las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas, patologías vinculadas también con la contaminación química, el porcentaje de niños menores de 1 año muertos en el Estado Barinas por estas alteraciones biológicas es superior al porcentaje nacional en los años 2003, 2004, 2007 y 2008. En el caso del año 2008, el porcentaje de fallecimientos infantiles asociados a estas anomalías fue 26.24% en Barinas, y el promedio nacional se ubicó en 19.99%.
Adicionalmente, Barinas es uno de los estados de Venezuela que presenta un mayor porcentaje de nacimientos de niños con labio leporinos, deformación relacionada con el impacto de pesticidas sobre la salud humana.
También, el porcentaje de mortalidad general de Barinas por síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio no clasificados es superior a la media de Venezuela en todo el lapso 2000-2008. En el 2008, el porcentaje de mortalidad por esta causa en Barinas fue 1.7% y el promedio nacional llegó a 0.66%.
Por otro lado, las proyecciones estadísticas de mortalidad infantil del INE sugieren que la tasa general de mortalidad infantil del Estado Barinas es mayor que el promedio de la tasa general de mortalidad infantil de Venezuela en el lapso 1988-2020. Así, en el año 2008 se estima que en Barinas ocurrieron 23 defunciones infantiles por 1000 nacimientos vivos, mientras que en Venezuela el promedio fue 17 fallecimientos por 1000 niños nacidos vivos.
Estas estimaciones tienden a confirmar que Barinas representa un escenario, donde la causa aparente del comportamiento observado en las mortalidades señaladas puede deberse a la mencionada contaminación biológica y química de sus fuentes de agua, porque, aparentemente, no se vislumbran otras razones, y allí no existe un desarrollo industrial exagerado con plantas químicas contaminantes o sistemas con procesos químicos o biológicos infecciosos, que puedan inducir semejante situación.
Visualizando posibles soluciones al grave problema ambiental y de salud pública esbozado previamente, surge la necesidad imperiosa de ejecutar, a corto plazo, un amplio programa de concientización y formación dirigido a los agricultores con la intención de implementar una agricultura ecológica que utilice sistemas alternativos de fertilización y control de plagas, sin intervención de sustancias químicas peligrosas.
En el año 2010 se utilizaron aproximadamente diez millones de kilogramos de agroquímicos, una carga química impresionante.
Una fracción de este arsenal químico penetra en las aguas del río Santo Domingo, según se infiere de análisis realizados durante los últimos diez años.
La mayoría de los ríos del Estado Barinas como el Santo Domingo, Paguey, Canaguá, Socopó, Acequias, Bum Bum, Calderas, Caparo, Ticoporo, Masparro, Boconó, Portuguesa, Guanare Viejo y Suripá, entre otros, nacen en la cordillera de Los Andes - Venezuela y están situados, salvo algunas excepciones, en las cercanías de poblaciones donde se practican actividades agrícolas que utilizan grandes cantidades de fertilizantes químicos y pesticidas, cuyos remanentes son transportados por diferentes mecanismos hasta las vertientes acuáticas.
Para tener una idea de los niveles de contaminación química de estas fuentes de agua consideremos el caso del río Santo Domingo, cuya cuenca alta, ubicada en sectores aledaños a Pueblo Llano, Las Piedras, Santo Domingo y La Mitisús, ha sido estudiada, extensivamente, desde este punto de vista. Según datos recientes, en el año 2010 se utilizaron diez millones de kilogramos de agroquímicos, aproximadamente, una carga química impresionante, que alude a la ponderación de la UNESCO, cuando considera a esa región como una de las más contaminadas de Latinoamérica. Una fracción de este arsenal químico penetra en las aguas del río Santo Domingo, según se infiere de análisis realizados durante los últimos diez años.
Asimismo, las cloacas, los drenajes de hospitales, cementerios, mataderos, basureros, estaciones de gasolina, talleres mecánicos y otros servicios de los pueblos de las cuencas altas y medias de los ríos barineses desaguan sus excrementos en los cauces de agua del piedemonte andino. En el caso del río Santo Domingo, alrededor de cincuenta mil habitantes de la cuenca alta y media vierten sus heces fecales, orina, detergentes y todo tipo de basura en las aguas del río.
Con relación a los demás ríos, no se conocen sus niveles de contaminación porque no hay estudios publicados. Sólo comentarios y conjeturas se rumoran acerca de este grave problema.
Ahora, podemos preguntarnos si existen indicios del impacto de esta contaminación sobre la salud de los habitantes del Estado Barinas, y la respuesta es inquietante, por las evidencias presentadas en las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE) en el lapso 1984-2020 y en los Anuarios de Mortalidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) publicados hasta el año 2008.
Al respecto, utilizando esos datos se analiza a continuación, tanto en Barinas como en Venezuela, la mortalidad originada por diarrea, leucemia, tumores del estomago y malformaciones congénitas y cromosómicas. De acuerdo a las opiniones de expertos, la incidencia de estas enfermedades está relacionada con la calidad del agua de consumo humano.
Considerando la mortalidad infantil por diarrea y gastroenteritis de origen infeccioso, en el año 2008, el porcentaje de niños fallecidos por esta causa en el Estado Barinas fue 7.24% y el promedio nacional alcanzó 3.98%. Esta tendencia, según los anuarios del MPPS, se mantiene en el lapso 2000-2008, observándose que Barinas supera el promedio nacional en mortalidad de niños menores de 1 año por esta enfermedad, lo cual evidencia un nivel significativo de contaminación bacteriológica en las aguas que consumen los barineses.
Con respecto a las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas, patologías vinculadas también con la contaminación química, el porcentaje de niños menores de 1 año muertos en el Estado Barinas por estas alteraciones biológicas es superior al porcentaje nacional en los años 2003, 2004, 2007 y 2008. En el caso del año 2008, el porcentaje de fallecimientos infantiles asociados a estas anomalías fue 26.24% en Barinas, y el promedio nacional se ubicó en 19.99%.
Adicionalmente, Barinas es uno de los estados de Venezuela que presenta un mayor porcentaje de nacimientos de niños con labio leporinos, deformación relacionada con el impacto de pesticidas sobre la salud humana.
También, el porcentaje de mortalidad general de Barinas por síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio no clasificados es superior a la media de Venezuela en todo el lapso 2000-2008. En el 2008, el porcentaje de mortalidad por esta causa en Barinas fue 1.7% y el promedio nacional llegó a 0.66%.
Por otro lado, las proyecciones estadísticas de mortalidad infantil del INE sugieren que la tasa general de mortalidad infantil del Estado Barinas es mayor que el promedio de la tasa general de mortalidad infantil de Venezuela en el lapso 1988-2020. Así, en el año 2008 se estima que en Barinas ocurrieron 23 defunciones infantiles por 1000 nacimientos vivos, mientras que en Venezuela el promedio fue 17 fallecimientos por 1000 niños nacidos vivos.
Estas estimaciones tienden a confirmar que Barinas representa un escenario, donde la causa aparente del comportamiento observado en las mortalidades señaladas puede deberse a la mencionada contaminación biológica y química de sus fuentes de agua, porque, aparentemente, no se vislumbran otras razones, y allí no existe un desarrollo industrial exagerado con plantas químicas contaminantes o sistemas con procesos químicos o biológicos infecciosos, que puedan inducir semejante situación.
Visualizando posibles soluciones al grave problema ambiental y de salud pública esbozado previamente, surge la necesidad imperiosa de ejecutar, a corto plazo, un amplio programa de concientización y formación dirigido a los agricultores con la intención de implementar una agricultura ecológica que utilice sistemas alternativos de fertilización y control de plagas, sin intervención de sustancias químicas peligrosas.
Al mismo tiempo, es necesario reforzar los sistemas de tratamiento de agua de los acueductos con tecnologías modernas o técnicas alternativas capaces de manejar escenarios contaminados como los ríos barineses. Simultáneamente, los drenajes, cloacas y basureros deben acondicionarse tecnológicamente para minimizar la contaminación causada por los procesos biológicos ocurrentes en estos sistemas.
Fuente: EcoPortal
Espero que esta publicación te haya gustado. Si tienes alguna duda, consulta o quieras complementar este post, no dudes en escribir en la zona de comentarios. También puedes visitar Facebook, Twitter, Google +, Linkedin, Instagram, Pinterest y Feedly donde encontrarás información complementaria a este blog. COMPARTE EN!
0 comentarios:
Publicar un comentario
No incluyas enlaces clicables. No escribas los comentarios en mayúsculas. Caso contrario serán borrados. Muchas gracias por la colaboración..