Por décadas, la labor de los estados en las economías industrializadas ha estado caracterizada por el esfuerzo de asegurar ciertos márgenes de manejo de riesgos y de desprotección de sus ciudadanos, consolidando una institucionalidad en política público-social de protección.
El debate de la precariedad laboral.
La intervención del Estado, en particular del derecho social, inaugurando las llamadas sociedades aseguradoras, que aunque no son de iguales, sí lo son de semejantes, constituye parte central del rol que han intentado emprender los estados como parte de una estrategia de la protección social heredera del compromiso social del capitalismo industrial.
Este modelo de protección social, el cual ha constituido “un factor determinante que garantiza la cohesión de una sociedad y la solidaridad entre sus miembros entró en crisis en la década de los 80’ en Europa, abriendo un debate intenso sobre los cambios y transformaciones en el mundo del trabajo en las sociedades industrializadas.
La precariedad definida en este contexto como una condición.
La “precariedad” se define en este contexto más bien como una “condición”, un fenómeno emergente e irruptivo, una forma de estar/ser en el mundo vinculado a la pérdida y/o debilitamiento de los vínculos sociales de integración y protección social que sostenían el compromiso social fordista.
En esa dirección el concepto de precariedad laboral tiende asociarse al deterioro de las condiciones laborales, a una condición de inestabilidadlaboral, y/o inseguridad laboral; un lugar en el espacio social donde el/la trabajador/a se encuentra desprotegido/a ante la expansión de las relaciones no formales, donde las leyes no lo protegen, la consolidación de un área de desprotección, la inexistencia del derecho de afiliación o participación sindical, etc.
Pero a la vez la profundidad que implica éste concepto, el de “precariedad laboral”, debe ser entendida en un de distinta manera, por lo cual no pretendemos generalizar en este debate, ya que constatamos y estamos concientes, más en un contexto de transicionespost-soviéticas, transnacionalización, identidades nacionales/culturales, crisis capitalista, hegemonía del capital financiero, etc., de la complejidad que implica hablar de Europa.
Un compromiso social industrial fordista.
Entenderemos por este “compromiso social industrial fordista”, en elcual “La palabra “compromiso” no debe evocar un consenso un poco débil en cuyo seno los interlocutores sociales intercambiarían amabilidades… Del lado del capital, las relaciones de producción permanecen inmutables, el salariado no fue abolido sino que, por el contrario, se extiende y se instala y sigue siendo una relación de subordinación que el mundo del trabajo está obligado a aceptar.
Pero del lado de ese mundo del trabajo, la condición salarial se ha consolidado y en adelante está rodeada y atravesada de protecciones. Hasta se podría decir que el asalariado ya no trabaja solamente para su empleador, puesto que una parte del fruto de su actividad (el “salario indirecto”) vuelve a él para financiar su seguridad.
La precariedad laboral como síntoma de los cambios.
La precariedad laboral solo es entendible en su complejidad como síntoma de los cambios y mutaciones en la dinámica e interior del patrón de acumulación capitalista, y como parte de una respuesta del capital a su propia crisis.
Entre las respuestas al síntoma de la crisis del patrón de acumulación , se encontró el proyecto de modernizaciónde la producción, el cual era más bien parte de una estrategia/proyecto neocapitalista con el objetivo de restituir las bases de la dominación y poder de la clase capitalista.
Leer también: A pesar de las leyes, el trabajo infantil perdura en India.En este proceso seencadenan fenómenos de rápida y demarcada polarización y desigualdad social, que van definiendo las características de los espacios de socialización y comunicación, como el encadenamiento-articulación de los países periféricos del capitalismo al conjunto de la sociedad global en expansión, y la forma que asume “el capital como abstracción que ha llegado al máximo de su despersonalización”, siguiendo “su lógica acumulativa independientemente de los sujetos sociales enl os que se encarna.
La visibilidad de la modernización.
En la actualidad, la expresión de la modernización es visible en:
a) los procesos de reingeniería y restructuración productiva;
b) el proceso de neoliberalización, junto con sus consecuencias a escala planetaria;
c) en la transformación de los modelos de regulación del trabajo, con la consecuente difuminación de los vínculos asociados a la inserción e integración social y
d) en el proceso de expansión territorial y simbólica de la acumulación.
Así es como la emergencia de las formas de la precariedad laboral en contextos donde la seguridad social había primado, seguridad que había constituido “un remedio colectivo contra la adversidad posibilitada por la aversión al riesgo, los ciudadanos modernos “aceptaron” reducir sus ingresos en pos de la posibilidad de tener que afrontar a futuro un gasto mayor generó las bases de un nuevo contrato social del precariado donde se instala el efecto de un desfase entre una expectativa social construida de movilidad, ascenso, protección, y las capacidades efectivas de una sociedad dada para ponerla enfuncionamiento: un nuevo imaginario de lo moderno” como producto de la hegemonía neoliberal en emergencia.
La modernidad tardía de una democracia liberal.
Mientras el relato de la modernidad tardía, de una democracia liberal, con la narrativa de los derechos humanos, un humanismo excelso, la democracia, etc. , se descompone y entra en una crisis de legitimidad en el espacio político, la “modernización” (globalización y tecnificación de “lo político”) como narrativa interpretativa y adaptativa de las economías para su supervivencia, competencia y expansión, se consolida como proyecto racionalde organización de “lo vivo”, en un panorama de maximización de la competencia internacional entre las empresas en un mercado global, como nuevo motor y vehículo del progreso social, y en una tecnologización cada vrz superior.
En este contexto el trabajo precario, es una noción amplia debido a que comprende muchos ámbitos y es aun considerado un concepto en construcción que está tomando cada vez más relevancia, debido a la situación de profundización y expansión del fenómeno, pero para entender la precariedad debemos esbozar un marco referencial del “¿desde dónde dialogary problematizar el tema?”, lo cual nos pone en el plano de la genealogía del término y de las implicancias/intereses socio-políticos que movilizan el discurso en su uso.
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Para el neoliberalismo, conservadorismo o capitalismo salvaje la precarización del trabajo va entendida no como una pérdida de derechos del trabajador sino como una consecuencia de la flexibilidad laboral necesaria para la subsistencia de las empresas. Es muy difícil hacerlos razonar de manera distinta. Hace parte de su DNA.
ResponderEliminar@Fausto Baccino. El neoliberalismo trata de optimizar las empresas de las ganancias a cualquier costo, siempre lo ha hecho. Y los gobiernos de derecha siempre le han dado una mano. Gracias por comentar.
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