En Argentina han encontrado los restos de un pequeño mamífero fósil parecido a una ardilla con dientes de sable, que vivió hace 95 millones de años, entre dinosaurios.
Lo han bautizado Cronopio dentiacutus, en honor al escritor argentino Julio Cortázar.
Su hallazgo aporta nuevas pistas sobre cómo los mamíferos pequeños vivieron entre los dinosaurios.
Cronopio dentiacutus tenía dientes muy largos, un hocico estrecho y amplias cuencas oculares, lo que significa que probablemente se movía por la noche para poder sobrevivir entre los grandes animales carnívoros del Cretácico, según concluye el equipo que descubrió el fósil en la provincia patagónica de Río Negro, que publica su descubrimeinto en la revista Nature.
El fósil fue hallado en un lecho de sedimentos donde también han aparecido huesos de dinosaurios.
La pequeña criatura probablemente medía menos de 15 centímetros de largo y compartía características con la ardilla dientes de sable que aparece en la popular película Ice Age.
Pero se presume que el Cronopio dentiacutus comía insectos, no nueces, y era un driolestoideo, un grupo extinto más parecido a los marsupiales actuales que a las ardillas, aclaran los científicos.
Los fragmentos de cráneo y mandíbula tienden un puente sobre una brecha de 60 millones de años en el registro fósil de los mamíferos, aseguran los paleontólogos Sebastián Apesteguía, Leandro Gaetano y Guillermo Rougier.
Christian de Muizon, un científico del Museo de Historia Natural de París que no participó en el hallazgo pero que lo comenta en Nature, lo ha valorado como "un gran evento paleontológico", teniendo en cuenta que hallar fósiles razonablemente bien conservados de los cráneos de mamíferos de ese período es extremadamente excepcional.
"Es el primer mamífero del período Cretácico superior de la era mesozoica que se ha encontrado en América del Sur", dijo De Muizon. "Y los descubrimientos de fósiles mesozoicos extraordinariamente completos siempre representan pasos de gigante" en la paleontología de mamíferos, añadió.
Lo han bautizado Cronopio dentiacutus, en honor al escritor argentino Julio Cortázar.
Su hallazgo aporta nuevas pistas sobre cómo los mamíferos pequeños vivieron entre los dinosaurios.
Cronopio dentiacutus tenía dientes muy largos, un hocico estrecho y amplias cuencas oculares, lo que significa que probablemente se movía por la noche para poder sobrevivir entre los grandes animales carnívoros del Cretácico, según concluye el equipo que descubrió el fósil en la provincia patagónica de Río Negro, que publica su descubrimeinto en la revista Nature.
El fósil fue hallado en un lecho de sedimentos donde también han aparecido huesos de dinosaurios.
La pequeña criatura probablemente medía menos de 15 centímetros de largo y compartía características con la ardilla dientes de sable que aparece en la popular película Ice Age.
Los fragmentos de cráneo y mandíbula tienden un puente sobre una brecha de 60 millones de años en el registro fósil de los mamíferos, aseguran los paleontólogos Sebastián Apesteguía, Leandro Gaetano y Guillermo Rougier.
Christian de Muizon, un científico del Museo de Historia Natural de París que no participó en el hallazgo pero que lo comenta en Nature, lo ha valorado como "un gran evento paleontológico", teniendo en cuenta que hallar fósiles razonablemente bien conservados de los cráneos de mamíferos de ese período es extremadamente excepcional.
Cronopio es un género extinto de mamífero driolestoideo que vivió en el período Cretácico en lo que ahora es Sudamérica. Encontrado en [[La Buitrera|], en las cercanías de Cerro Policía Río Negro, Argentina.
Cronopio se conoce por el holotipo MPCA PV 454, un cráneo parcial y por los especímenes referidos MPCA PV 450, una mandíbula izquierda parcial con algunos dientes y MPCA PV 453, un cráneo incompleto con una mandíbula derecha relativamente completa pero sin algunos dientes. Todos los especímenes se encontraron en el yacimiento de La Buitrera, de la Formación Candeleros del Grupo Neuquén, que data del Cenomaniano inferior, Cretácico Superior, hace unos 99,6 a 96 millones de años.
Cronopio fue nombrado oficialmente por Guillermo W. Rougier, Sebastián Apesteguía y Leandro C. Gaetano en 2011 y la especie tipo es Cronopio dentiacutus, El nombre genérico se debe a los personajes ficticios que aparecen en el trabajo del escritor argentino Julio Cortázar;2 asimismo crearon el nuevo orden Meridiolestida.
Estos driolestoideos, relativamente abundantes, son muy particulares en su morfología. Dado que no se conocen en el mundo restos craneanos del grupo hasta el momento, la información que proveen es muy relevante. El nuevo taxón, retiene un patrón de organización del basicráneo generalizado, que contrasta con un hocico largo y angosto y paladar circular, recuerda superficialmente a los euterios basales conocidos como zalambdaléstidos o a los vivientes macroscelídeos. Más aún, el nuevo taxón resulta sorprendente en la presencia de sus pequeños caninos “de dientes de sable”, sugiriendo que se trata de un animal altamente especializado para el cual no existen modelos vivientes.
Sin embargo, sí los hubo en el pasado y parecen hallarse muy relacionados con los driolestoideos gondwánicos que originarían luego a las formas del Cretácico más tardío y Paleoceno de las formaciones Allen, Los Alamitos y La Colonia. Los nuevos y bien preservados taxones, una vez publicados, jugarán un rol clave en el entendimiento de la evolución y paleobiogeografía de los mamíferos driolestoideos de los continentes australes
fuente: Wikipedia
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