La viuda de Jacques Cousteau quiere que el gobierno francés marque el centenario del explorador submarino ayudando a volver a poner en el mar su célebre navío, el Calypso.
El antiguo barreminas británico, que se enmohece en Bretaña luego de una serie de peripecias marítimas, políticas y legales, fue la plataforma de la serie de televisión El Mundo Submarino de Jacques Cousteau, que comenzó a difundirse en 1966 y permaneció muchos años al aire.
Para marcar el centenario de Cousteau, su viuda quiere que el barco sea declarado parte de la herencia nacional francesa. El Calipso ha estado en el centro de fallidos proyectos de restauración y de una agria disputa familiar desde que se hundió en el puerto de Singapur, en 1996.
Se neBuscan que Calipso, barco de Jaques Cousteau, vuelva al marcesitan más de 6.6 millones de libras esterlinas (unos 123.5 millones de pesos) para reparar y reacondicionar la nave, atracada en un muelle seco de Concarneau, en espera de que se decida su destino. Declararla herencia nacional permitiría a la Fundación Cousteau solicitar fondos públicos.
“El Calipso es, en cierta forma, la torre Eiffel de los océanos –afirmó Francine Cousteau. Siento el deber de restaurar su alma… para que pueda ser embajador del ambiente en los años por venir.”
Fama golpeada.
La fundación ha anunciado una serie de otros proyectos para marcar el centenario del explorador. Su hijo menor, Pierre-Yves Cousteau, formará parte de la tripulación del bajel científico de la fundación, el Alcyone, el cual examinará el daño ecológico causado a algunas regiones del Mediterráneo que rebosaban de vida submarina en tiempos de la serie El mundo submarino, hace 40 años.
Desde la muerte del capitán Cousteau, en 1997, su fama ha sufrido una serie de golpes, entre ellos la revelación de que abrigaba convicciones antisemitas y mantuvo buenas relaciones con los alemanes y con el régimen de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial. También afloró que a veces maltrataba criaturas submarinas durante las filmaciones.
Jacques-Yves Cousteau, su nombre completo, es considerado un importante precursor científico, ambiental y cultural. Inventó el aqualung en 1943. Fue el primer hombre en filmar un largometraje a colores bajo el océano, con ayuda del director Louis Malle, en 1955. La cinta, El mundo del silencio, fue rodada en su mayor parte en el mar Rojo, desde los costados del Calipso.
A la serie de televisión que realizó Cousteau para la cadena estadunidense ABC se le atribuye haber contribuido a iniciar el movimiento ambientalista. Las asombrosas imágenes de la vida marina, acompañadas por lecciones de historia natural impartidas en un inglés de acento romántico, ayudaron a crear una nueva conciencia de la fragilidad y diversidad de los seres vivos.
Su viuda, con quien Cousteau se casó siete años antes de morir, espera botar de nuevo el Calipso hacia fines del año de su centenario, en mayo de 2011. Una vez restaurado, indicó, el barco sería equipado con minisubmarinos y emprendería un viaje de exploración por los océanos del planeta.
No se sabe cuánto sobreviviría del Calipso original, antiguo barreminas de la Armada Real que fue donado a Cousteau en 1951 por la familia Guinness. "Todo lo que no está oxidado está podrido y lo que no está podrido está oxidado", señaló hace tres años un antiguo miembro de la tripulación, Albert Falco.
La nave fue rescatada del puerto de Singapur y devuelta por grúa a Francia en 1998. Con el tiempo se le dio un amarradero en La Rochelle, en la costa del Atlántico.
En ese tiempo la propiedad del barco estaba en disputa en los tribunales franceses entre la organización Equipe Cousteau, dirigida por la viuda, y Jean-Michel, hijo del primer matrimonio del capitán. La señora Cousteau ganó el juicio.
El antiguo barreminas británico, que se enmohece en Bretaña luego de una serie de peripecias marítimas, políticas y legales, fue la plataforma de la serie de televisión El Mundo Submarino de Jacques Cousteau, que comenzó a difundirse en 1966 y permaneció muchos años al aire.
Para marcar el centenario de Cousteau, su viuda quiere que el barco sea declarado parte de la herencia nacional francesa. El Calipso ha estado en el centro de fallidos proyectos de restauración y de una agria disputa familiar desde que se hundió en el puerto de Singapur, en 1996.
Se neBuscan que Calipso, barco de Jaques Cousteau, vuelva al marcesitan más de 6.6 millones de libras esterlinas (unos 123.5 millones de pesos) para reparar y reacondicionar la nave, atracada en un muelle seco de Concarneau, en espera de que se decida su destino. Declararla herencia nacional permitiría a la Fundación Cousteau solicitar fondos públicos.
“El Calipso es, en cierta forma, la torre Eiffel de los océanos –afirmó Francine Cousteau. Siento el deber de restaurar su alma… para que pueda ser embajador del ambiente en los años por venir.”
Fama golpeada.
La fundación ha anunciado una serie de otros proyectos para marcar el centenario del explorador. Su hijo menor, Pierre-Yves Cousteau, formará parte de la tripulación del bajel científico de la fundación, el Alcyone, el cual examinará el daño ecológico causado a algunas regiones del Mediterráneo que rebosaban de vida submarina en tiempos de la serie El mundo submarino, hace 40 años.
Desde la muerte del capitán Cousteau, en 1997, su fama ha sufrido una serie de golpes, entre ellos la revelación de que abrigaba convicciones antisemitas y mantuvo buenas relaciones con los alemanes y con el régimen de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial. También afloró que a veces maltrataba criaturas submarinas durante las filmaciones.
Jacques-Yves Cousteau, su nombre completo, es considerado un importante precursor científico, ambiental y cultural. Inventó el aqualung en 1943. Fue el primer hombre en filmar un largometraje a colores bajo el océano, con ayuda del director Louis Malle, en 1955. La cinta, El mundo del silencio, fue rodada en su mayor parte en el mar Rojo, desde los costados del Calipso.
A la serie de televisión que realizó Cousteau para la cadena estadunidense ABC se le atribuye haber contribuido a iniciar el movimiento ambientalista. Las asombrosas imágenes de la vida marina, acompañadas por lecciones de historia natural impartidas en un inglés de acento romántico, ayudaron a crear una nueva conciencia de la fragilidad y diversidad de los seres vivos.
Su viuda, con quien Cousteau se casó siete años antes de morir, espera botar de nuevo el Calipso hacia fines del año de su centenario, en mayo de 2011. Una vez restaurado, indicó, el barco sería equipado con minisubmarinos y emprendería un viaje de exploración por los océanos del planeta.
No se sabe cuánto sobreviviría del Calipso original, antiguo barreminas de la Armada Real que fue donado a Cousteau en 1951 por la familia Guinness. "Todo lo que no está oxidado está podrido y lo que no está podrido está oxidado", señaló hace tres años un antiguo miembro de la tripulación, Albert Falco.
La nave fue rescatada del puerto de Singapur y devuelta por grúa a Francia en 1998. Con el tiempo se le dio un amarradero en La Rochelle, en la costa del Atlántico.
En ese tiempo la propiedad del barco estaba en disputa en los tribunales franceses entre la organización Equipe Cousteau, dirigida por la viuda, y Jean-Michel, hijo del primer matrimonio del capitán. La señora Cousteau ganó el juicio.
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