El misterio sobre la desaparición el lunes en el Atlántico de un Airbus de Air France con 228 personas a bordo se intensificó luego de que Brasil anunciara que los restos que recuperó no son del aparato y que las malas condiciones climáticas impidieran ayer en buena medida la continuidad de las tareas de búsqueda.
Francia criticó a Brasil por el apresuramiento en informar que los restos hallados en el océano pertenecían al avión, cuando luego debió retractarse. En ese marco, el ministro francés de Defensa sumó inquietud con sus declaraciones: Hervé Morin aseguró que para su país la hipótesis terrorista “no se descarta” todavía.
Una segunda aeronave francesa se sumó ayer en Brasil a la búsqueda del avión de Air France, al tiempo que Morin anunció el envío de un submarino nuclear a la zona.
Los intentos de ubicar el avión, sus cajas negras y sus ocupantes ingresaron en su quinto día con malas condiciones de visibilidad. Además de las aeronaves de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), el rastreo moviliza a un avión militar estadounidense y a otra aeronave francesa, que buscan ubicar, en alta mar, los restos del Airbus A330-200 que la Aeronáutica de Brasil aseguró haber avistado a mediados de esta semana cerca del archipiélago Sao Pedro y Sao Paulo.
“La situación meteorológica en la región está muy mala, hay mucha lluvia y la visibilidad es baja”, afirmó el brigadier Ramón Cardoso, director del Departamento de Control del Espacio Aéreo de la FAB.
Francia reprochó a Brasil el anuncio del hallazgo de fragmentos y manchas de aceite, supuestamente del avión accidentado, que luego se confirmó que procedían de embarcaciones, declaró el secretario de Estado francés, Dominique Bussereau. El funcionario sostuvo que “el gobierno francés desde hace días dice que hay que ser extremadamente cuidadoso”.
“Nuestros aviones y barcos no han encontrado nada hasta la fecha, fueron nuestros amigos brasileños los que creyeron y afirmaron haber avistado partes del avión”, añadió Bussereau. Consideró que la prioridad es “encontrar las cajas negras, aunque el tiempo juega en nuestra contra porque su señal sólo dura 30 días”. Morin sostuvo que “el sistema de detección del submarino nuclear podría ayudarnos a salvar las cajas negras”, donde quedan grabados los registros de vuelo.
Airbus envió una recomendación a todos sus clientes sobre los procedimientos a seguir en caso de que se registren incoherencias en las velocidades medidas, luego de que se supiera que el vuelo AF 447 volaba a menor velocidad que la que correspondía a ese tramo de la ruta. Esta recomendación, llamada en la jerga aérea “Télex de información sobre el accidente” (Accident Information Telexes, AIT), fue autorizada por la Oficina de Investigación y Análisis francesa (BEA), a cargo de la investigación técnica de la desaparición del A330.
Este mensaje fue enviado a todos los tipos de avión que construye Airbus y no sólo a los A330. Estos AIT son clásicos en caso de accidente, son recomendaciones dirigidas a los pilotos sobre los procedimientos a seguir en tal o cual circunstancia, descritos en el manual de referencia de los aviones.
En este AIT, Airbus confirma que el A330 enfrentaba turbulencias extremas, que envió varios mensajes de fallas al centro de mantenimiento de Air France y que había una incoherencia de las velocidades medidas. Son los únicos elementos establecidos por la BEA a esta altura de la investigación sobre el Airbus de Air France que desapareció con 228 personas a bordo la noche del domingo al lunes en el Océano Atlántico.
La BEA, incluso, publicó un comunicado en el que señala que la investigación mostró esas “incoherencias” de velocidades. Esto lo pudo establecer “basándose en el análisis de los mensajes automáticos transmitidos por el avión”. La investigación también permitió confirmar “la presencia a proximidad de la ruta prevista del avión sobre el Atlántico de importantes células convectoras características de las regiones ecuatoriales”. Esto corresponde a fenómenos de tormenta particulares.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, dijo, durante una visita a Río, que comparte “la desesperación” de las familias, pero aseguró que hasta ahora no se ha encontrado una explicación para el desastre. “No estamos ocultando nada. ¿Por qué lo haríamos?”, se preguntó el canciller.
En este escenario, la empresa Air France anunció que, a partir del domingo, cambiará el número del vuelo que cumple la ruta Río-París, que pasará a ser el AF 445. El vuelo de regreso (París-Río) seguirá llevando el número AF 444.
Francia criticó a Brasil por el apresuramiento en informar que los restos hallados en el océano pertenecían al avión, cuando luego debió retractarse. En ese marco, el ministro francés de Defensa sumó inquietud con sus declaraciones: Hervé Morin aseguró que para su país la hipótesis terrorista “no se descarta” todavía.
Una segunda aeronave francesa se sumó ayer en Brasil a la búsqueda del avión de Air France, al tiempo que Morin anunció el envío de un submarino nuclear a la zona.
Los intentos de ubicar el avión, sus cajas negras y sus ocupantes ingresaron en su quinto día con malas condiciones de visibilidad. Además de las aeronaves de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), el rastreo moviliza a un avión militar estadounidense y a otra aeronave francesa, que buscan ubicar, en alta mar, los restos del Airbus A330-200 que la Aeronáutica de Brasil aseguró haber avistado a mediados de esta semana cerca del archipiélago Sao Pedro y Sao Paulo.
“La situación meteorológica en la región está muy mala, hay mucha lluvia y la visibilidad es baja”, afirmó el brigadier Ramón Cardoso, director del Departamento de Control del Espacio Aéreo de la FAB.
Francia reprochó a Brasil el anuncio del hallazgo de fragmentos y manchas de aceite, supuestamente del avión accidentado, que luego se confirmó que procedían de embarcaciones, declaró el secretario de Estado francés, Dominique Bussereau. El funcionario sostuvo que “el gobierno francés desde hace días dice que hay que ser extremadamente cuidadoso”.
“Nuestros aviones y barcos no han encontrado nada hasta la fecha, fueron nuestros amigos brasileños los que creyeron y afirmaron haber avistado partes del avión”, añadió Bussereau. Consideró que la prioridad es “encontrar las cajas negras, aunque el tiempo juega en nuestra contra porque su señal sólo dura 30 días”. Morin sostuvo que “el sistema de detección del submarino nuclear podría ayudarnos a salvar las cajas negras”, donde quedan grabados los registros de vuelo.
Airbus envió una recomendación a todos sus clientes sobre los procedimientos a seguir en caso de que se registren incoherencias en las velocidades medidas, luego de que se supiera que el vuelo AF 447 volaba a menor velocidad que la que correspondía a ese tramo de la ruta. Esta recomendación, llamada en la jerga aérea “Télex de información sobre el accidente” (Accident Information Telexes, AIT), fue autorizada por la Oficina de Investigación y Análisis francesa (BEA), a cargo de la investigación técnica de la desaparición del A330.
Este mensaje fue enviado a todos los tipos de avión que construye Airbus y no sólo a los A330. Estos AIT son clásicos en caso de accidente, son recomendaciones dirigidas a los pilotos sobre los procedimientos a seguir en tal o cual circunstancia, descritos en el manual de referencia de los aviones.
En este AIT, Airbus confirma que el A330 enfrentaba turbulencias extremas, que envió varios mensajes de fallas al centro de mantenimiento de Air France y que había una incoherencia de las velocidades medidas. Son los únicos elementos establecidos por la BEA a esta altura de la investigación sobre el Airbus de Air France que desapareció con 228 personas a bordo la noche del domingo al lunes en el Océano Atlántico.
La BEA, incluso, publicó un comunicado en el que señala que la investigación mostró esas “incoherencias” de velocidades. Esto lo pudo establecer “basándose en el análisis de los mensajes automáticos transmitidos por el avión”. La investigación también permitió confirmar “la presencia a proximidad de la ruta prevista del avión sobre el Atlántico de importantes células convectoras características de las regiones ecuatoriales”. Esto corresponde a fenómenos de tormenta particulares.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, dijo, durante una visita a Río, que comparte “la desesperación” de las familias, pero aseguró que hasta ahora no se ha encontrado una explicación para el desastre. “No estamos ocultando nada. ¿Por qué lo haríamos?”, se preguntó el canciller.
En este escenario, la empresa Air France anunció que, a partir del domingo, cambiará el número del vuelo que cumple la ruta Río-París, que pasará a ser el AF 445. El vuelo de regreso (París-Río) seguirá llevando el número AF 444.
fuente: Pagina12
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