Se siguen venciendo los plazos de inscripciones y ni el acuerdo esperado ni la temida escisión surgen en el panorama de esta Fórmula 1 más intensa en el duelo político que en el deportivo.
El limite del viernes se estiró una semana más. La novedad fue conocer los tres nuevos equipos (USF1, Campos y Manor) que se sumarán en el 2010. Se mantuvieron en sus inscripciones condicionales los ocho rebeldes, con Ferrari a la cabeza.
"Se sigue hablando y se avanza poco" disparó Bernie Ecclestone. Ese avance pareció posible el jueves tras la reunión de Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), con representantes de Ferrari, Red Bull, Toro Rosso y Brawn.
Quedó en ilusión. Ayer la FIA lanzó un comunicado oficial que alertó de la presencia dentro de la Asociación de Equipos de alguien que no quiere el acuerdo. Sin mencionarlo, apuntó a Luca di Montezemolo, titular de Ferrari, quien, casualidad o no, declaró en Le Mans sobre el interés de la marca por los IndyCar estadounidense...
Pocos dudan a esta altura de los hechos del trasfondo político que esconde este desacuerdo por temas deportivos. La negativa de Ferrari al acuerdo apunta a un desgaste de Mosley para así complicar en octubre su reelección. Esto fortalecería el deseo de colocar en ese lugar a Jean Todt, el director deportivo de Ferrari en los tiempos de oro de Schumacher. Es otra manera de volver a dominar la Fórmula 1.
El limite del viernes se estiró una semana más. La novedad fue conocer los tres nuevos equipos (USF1, Campos y Manor) que se sumarán en el 2010. Se mantuvieron en sus inscripciones condicionales los ocho rebeldes, con Ferrari a la cabeza.
"Se sigue hablando y se avanza poco" disparó Bernie Ecclestone. Ese avance pareció posible el jueves tras la reunión de Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), con representantes de Ferrari, Red Bull, Toro Rosso y Brawn.
Quedó en ilusión. Ayer la FIA lanzó un comunicado oficial que alertó de la presencia dentro de la Asociación de Equipos de alguien que no quiere el acuerdo. Sin mencionarlo, apuntó a Luca di Montezemolo, titular de Ferrari, quien, casualidad o no, declaró en Le Mans sobre el interés de la marca por los IndyCar estadounidense...
Pocos dudan a esta altura de los hechos del trasfondo político que esconde este desacuerdo por temas deportivos. La negativa de Ferrari al acuerdo apunta a un desgaste de Mosley para así complicar en octubre su reelección. Esto fortalecería el deseo de colocar en ese lugar a Jean Todt, el director deportivo de Ferrari en los tiempos de oro de Schumacher. Es otra manera de volver a dominar la Fórmula 1.
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