Hollywood sucumbe ante Internet: las costumbres y preferencias de los consumidores están cambiando.

En los últimos años, servicios como Netflix, Hulu e iTunes han demostrado que las costumbres y preferencias de los consumidores están cambiando. 

Las tres plataformas crecen a un acelerado ritmo, basándose en la distribución de contenidos audiovisuales desde Internet. Incluso, la piratería se ha beneficiado de la red, debido a las ventajas que su tecnología otorga.

Sin estar acostumbrado a los grandes cambios, Hollywood se vuelca al mundo online buscando acabar con las descargas ilegales y poniéndose a tono con las nuevas tendencias. Se pretende matar al DVD físico y consolidar al Bluray como único soporte físico para la distribución de películas.

Ultraviolet y Keychest son las iniciativas que las grandes productoras y distribuidoras de películas implementan. Las ofertas incluyen poder descargar películas y tener la posibilidad de visualizarlas en distintos dispositivos e, incluso, se espera que estrenos simultáneos en las salas e Internet en el mediano plazo.

Sony, Fox, Paramount, NBC/Universal, Warner, IBM, Samsung y Sony son a algunos de los asociados a DECE (Ecosistema de Contenido para el Entretenimiento Digital, en español), que en conjunto apuestan por el sistema Ultraviolet.

El funcionamiento de esta plataforma es sencillo. Tan sólo al comprar una película, ya sea desde un computador, un tablet o un Bluray, se debe registrar con un código único en nuestra cuenta. De esta forma,  se otorgaría una licencia de por vida para visualizar la película desde cualquier dispositivo asociado a la cuenta, con sólo una conexión a Internet.

 

Por sus características, se asemeja a una videoteca online en dónde se compra el acceso a ciertos contenidos que, incluso, se podrían descargar.

Sin embargo, a nivel técnico requiere nuevos formatos, sistemas de compresión de archivos y aplicaciones que deben estar instaladas en los dispositivos en los que se pretenda realizar la reproducción. Marcas como Sony, Philips y Samsung, han señalado que proveer de los firmwares a reproductores de Bluray y centros multimedia es una tarea sencilla, por lo que no se necesitaría comprar nuevos aparatos.

Desde mediados de 2011 que Ultraviolet se encuentra disponible en Estados Unidos,  con tímidos resultados e impacto, pero se espera que este año gane adherentes y comience a posicionarse en el mercado. Los siguientes países a los que espera arribar son Reino Unido y Canadá.

 
La llave del cofre.

Disney Studios, con el respaldo de Apple y Amazon, tienen un plan alternativo de acción. Keychest es el nombre de su solución digital, que se fundamenta en crear un vínculo unificado entre usuarios y las tiendas de ventas de cada empresa,  a través de un código en común que se otorga por cada contenido.

Hollywood sucumbe ante Internet.

Películas y series incorporarán códigos que permitirán acceder desde distintas plataformas y dispositivos a los contenidos en blu ray.

Básicamente, al adquirir un DVD, Bluray o descargar por iTunes, se otorgará una llave maestra que permitirá acceder al contenido desde cualquiera de las empresas asociadas. No se necesitan nuevos sistemas ni formatos, sino que se utilizan los actuales medios que los proveedores facilitan.

Keychest presenta una diferencia sustancial con Ultraviolet. Mientras esta última concibe una plataforma online que contendrá todo el contenido, Keychest permitirá el acceso a una película por Amazon VOD aunque se haya comprado en iTunes Store, sólo con tener el código maestro. Esta propuesta descentraliza el acceso y el contenido, permitiendo que si un proveedor presenta problemas, el usuario se pueda cambiar otro de los proveedores asociados.

Aunque anunciado hace años, la iniciativa de Disney aún no se concreta.

El objetivo de ambas apuestas es amistarse con la red, tener una distribución acorde a los tiempos, fortaleciendo y ampliando la oferta de las actuales descargas digitales de contenidos audiovisuales. Por otra parte, posicionar al Bluray como único soporte físico de distribución.

Los mayores desafíos son convencer a los usuarios de acceder a modelos legales para la visualización online de películas y series, junto con la necesidad de contar con conexiones a Internet de alta velocidad que, en el mundo en vías de desarrollo, aún es una ilusión.

fuente: Alto Nivel

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